Dura realidad era el café en Guatemala

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gorro-rojo-cafeJusto igual que los brasileños, los Guatemaltecos trataron de atraer fuerza de trabajo mediante inmigrantes pero estos intentos fracasaron a gran escala. Al final tuvieron que depender de los indígenas de la región para el tema del cultivo de café, pero en realidad tenían muy pocos incentivos para trabajar de manera productiva y aunque a los liberales les hubiera gustado poder aplicar la medida al estilo Norteamericano que era simplemente eliminar a lo que consideraban la raza inferior no se podían dar el lujo de llevar a cabo esta medida porque tendrían más problemas que beneficios. En el fondo requerían de la población indígena para la siembra de café porque no tenían máquinas de café, dependían de la mano de obra a manera de esclavos virtuales, porque los trataban como tal aunque no era permitido tener esclavos. Vivian en villas autosuficientes, como sea, los Mayas de la región eran obligados a trabajar jornadas extenuantes a cambio de una paga miserable.

Posteriormente el gobierno liberal resolvió el problema mediante los trabajos forzados o mediante la necesidad de pagar deudas a los terratenientes, por lo que las probabilidades de los indígenas terminaran trabajando de esta manera eran especialmente altas. Esto llevó a que muchos pobladores de Guatemala que eran de lo considerado clase baja o indígenas terminara huyendo de su propio país y de sus propias tierra, algunos se fueron a México y otros emigraron hacia las montañas. Para mantener el orden y evitar que salieran demasiados indígenas, los liberales instituyeron un gran ejercito, lo que dio como resultado una cárcel por país, ya que el número de soldados era abrumador. De tal manera el simple hecho de producir café generó un régimen represivo que fue generando un ambiente de resentimiento. En ocasiones había rebeliones en las plantaciones y las barras de café, pero estos intentos de rebelión eran por lo general mitigados dando como resultados masacres completas de indígenas en las tierras del café, por lo que terminaron aprendiendo que la manera de contrarrestar el sistema era trabajando lo menos posible tomando pagos anticipados de diferentes terratenientes de café y luego huyendo.

En algunas ocasiones lo trabajadores del café hacían peticiones a los gobernantes en turno para recibir un mejor trato, ya que de verdad que las historias de estas personas eran conmovedoras por las injusticias de las que eran objeto en los campos de servicio de café. Casos como empleados a los que eran golpeados sin ningún motivo y también a sus familias: hubieron casos donde eran muertas las esposas y lo bebes, en verdad que eran situaciones dramáticas.

Hay relatos que cuentan que jóvenes pasaron toda su juventud siendo explotados por los patrones de las fincas cafetaleras, y cuando estaban viejos y cansados los liberaban para no tener que cargar con el problemas de que murieran en los campos de café, simplemente se consideraban como seres desechables.

La migración forzada de los indígenas hacia las plantaciones de café trajo como resultado que en muchas ocasiones los indígenas contrajeran enfermedades como cólera o influenza y luego de regreso traían con ellos la enfermedad a sus comunidades generando epidemias que más de una vez arrasaron con villas completas.

Desde la perspectiva de los productores de café, el aseguramiento de fuerza laboral era un verdadero problema, los indígenas escapaban, otros productores de café robaban los trabajadores, así, la economía del café en Guatemala, así como en El Salvador, México y Nicaragua, veían frustrado si deseo de crecimiento de una manera u otra. A pesar de todo, seguían dependiendo totalmente de los trabajos forzados y de la miseria de la población indígena. Y no parecía que esta mentalidad y manera de producir café fuera a cambiar en el corto plazo, y una situación de injusticia e inequidad estaban completamente aseguradas.

 

Coffe break y la invasión Germana

 

A la mezcla llegó un nuevo tipo de inmigrante, lleno de energía, con gran seguridad y con la intención de trabajar duro. En 1877 los liberales promovieron una ley para ayudar a los extranjeros para obtener tierras, dándoles una exención de impuestos por un periodo de diez años y seis años para importar maquinaria y herramientas como máquinas de café, barras de café y otras cosas para tener servicios de coffee break. El gobierno de Barrios firmó contratos con firmas extranjeras para la construcción de grandes proyectos relacionados a la producción de café, así como proyectos de colonización. Durante las dos décadas siguientes de 1800 lograron hacerse de más de catorce de las fincas más importantes de café de Guatemala y trabajaban en muchas otras. Pronto, los productores de café provenientes de Alemania en la región de Alta Verapaz se unieron para solicitar capital privado desde Alemania para construir un ferrocarril que conectara con el mar. Este fue el principio como los Alemanes que cosechaban café trajeron modernidad y capital fresco a las industria cafetalera de Guatemala.

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