Los granjeros Paulistas finalmente lograron tener suficiente poder político en 1884 para persuadir al gobierno Brasileño para pagar por los costos de transportación de los inmigrantes para que estos no tuvieran una deuda desde el momento en que llegaban, debido al tema que planteábamos en posts anteriores de que por darles casa y trabajo tenían que pagar una deuda por hospedaje y transportación desde su país de origen.
Estos colonos, mayormente Italianos de clase pobre inundaron las plantaciones de Sao Paulo durante los años 1884 y 1914, más de un millón de inmigrantes llegaron a trabajar en las plantaciones de café. Alguno eventualmente lograron asegurarse algunas tierras para ellos mismos, otros solamente ganaron lo suficiente para regresar a su país de origen. Debido a las pobres condiciones de vida y de trabajo, la mayoría de las plantaciones mantenían grupos de “capangas” que eran guardias armados.
Un terrateniente llamado Francisco Augusto Almeida fue atacado y muerto en una ocasión que andaba por su propiedad si sus guardaespaldas.
Una vez que se entendió que el sistema de colonos era una manera de producir café de una manera más económica que el sistema anterior de esclavos, los granjeros de productores de café presionaron para que se terminara definitivamente la esclavitud, lo que lograron presionando al gobierno cuando Dom Pedro II estaba fuera del país y su hija, la princesa Isabel, firmó la ley dorada, liberando de esta manera tres cuartos de un millón de esclavos. Un año después estos mismos granjeros ayudaron a expulsar a Pedro a favor de la creación de una república que por años habría de ser dirigida por los productores de café de Sao Paulo y por la provincia vecina de Minas Gerais.
La liberación de los esclavos en realidad nada hizo por mejorar las condiciones de los esclavos negros, ya que los productores de café seguían prefiriendo a los inmigrantes debido a que eran considerados genéticamente superiores a aquellos que eran de descendencia Africana, que a la postre se encontraban cada vez más marginados.
Durante los años siguientes bajo el sistema de producción de café basado en inmigrantes, la producción creció exponencialmente de 1.5 millones de sacos a 16.3 millones en el año de 1901. Para inicios del siglo xx más de 500 millones de árboles de café fueron plantados y cultivados en el estado de Sao Paulo, de esta manera lograron inundar el mundo con café Brasileño. Esta dependencia en un solo tipo de cultivo, tuvo inevitablemente un efecto directo en el bienestar de la gran mayoría de los brasileños, debida al descuido en la siembre de comida.
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