En el mismo lugar en el que los latinos habían abandonado el lugar no existieron avances religiosos por parte de la iglesia católica y por lo tanto no hubo avances relacionados con el café. Entre la gente de religión católica, fue un hecho verdadero que, aun la autoridad pontifica, el señor Francisco, el papa pedestre de nacionalidad argentina, junta lo antiguo con lo moderno, se dice que él no olvida sus días trabajando para dios y como ser religioso casi sin ser conocido por nadie era muy fácil para el fugarse de su pueblo San Pietro para poder tomar un cafe ristretto, la cual era su bebida preferida en todo Italia. En las famosas audiencias religiosas que se llevaban a cabo los miércoles, fue en donde un argentino con mucha astucia le dio un trago de su muy amargo mate, él se dejó confiar pidiéndole a todo el mundo presente que rezara por le e increpará a él gran grupo de gente con la chicana sacramental: porque si siempre hacen fiestas en el día que llegaron a este mundo porque no se festeja cuando fueron bautizados.
Con un ejército de autoridades religiosas convencidas de que la bebida tenía muchos beneficios, y una multitud de fieles que estaban pecando casi diario por ingerir en las barras de cafe a diario en el desayuno, en una fecha muy memorable llevada a cabo en el siglo XVII el café volvió a ser aceptado por la iglesia católica. La autoridad máxima (el papa) Clemente VIII, hizo uso del asiento pretino a finales del siglo XVI y a principios del siglo XVII, el no pudo decir que sus fieles no ingirieran la bebida oscura ya que el también hacia uso de ella, pero de igual manera los fieles le pidieron definición. La gente se pregunta que si esto no habrá sido algo impulsado por alguna vocación salomónica, o permeable a las influencias que existían alrededor, el papa recibió a una persona que había sido enviado desde Venecia para llegar a la capital de Italia una bebida muy importante que había sido enviada desde el oriente. Clemente se toma una taza entera de la bebida y se dio cuenta de lo buena que era la bebida y pensó que tal delicia no la pudo haber creado el demonio. De esta rara forma se solucionaron los problemas, el papa simbolizo enfrente de toda la comunidad que el café no era obra del demonio y en muestra de ello dejo caer unas cuantas gotas de agua bendita sobre el servicio de coffee break tomar café no es un pecado, dejárselo a la gente infiel, dijo el papa ¡venzamos a satanás con esta bebida que es una verdadera bendición de dios y por lo mismo una bebida cristiana! Amen.
La petición de las mujeres
“actual mente se nota una gras escases del vigor de los británicos de hace unos cuantos siglos… los hombres jamás usaron unos pantalones tan grandes como los que se usaban en esos tiempos, ni portaban el temple con tanto orgullo“: el debate de la igualdad de género no tenía fin, uno de los debate más memorables fue en el año 1675, cuando los diarios británicos publicaron en sus periódicos notas con títulos muy llamativos: “la exigencia del sexo femenino por el café”. En un brulote publico las mujeres se autonombraban las Guardianas de la libertad de Venus, reclamaban que sus maridos casi nunca estaban en casa compartiendo deberes y obligaciones para su familia debido a que ellos cuando terminaban sus horas de trabajo se iban a las maquinas de cafe en las barras para ponerse a beber como si no hubiera un mañana aparte de tomar día y noche.
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