Después de que el café llegó a Viena, tal vez, era lógico, pero el siguiente punto que tocó fue Alemania y casi todas las principales ciudades del país contaban con muchas barras de café. En los inicios, al igual que en otros países, el café permaneció como una bebida que solo era para las clases altas, y también se habría de enfrentar de nueva cuenta a la censura de ciertos sectores de la sociedad. Algunos médicos, ya con antecedentes en otros países, comenzaron a decir que el café podía ser causante de esterilidad o abortos, pero esto no fue suficiente para evitar que se popularizara al grado de que el famoso Bach creara su humorística Cantata al café, donde una joven le pide a su padre que le permita tomar café.
Hay un dato curioso que señala que Ludwig Van Bethoven era una fanático del café y hasta obsesivo se podría decir, y que tomaba café con exactamente 16 granos molidos para preparar su café.
Como hemos mencionado en anteriores ocasiones el café se enfrentó a lo largo de la historia con un sinnúmero de detractores y Alemania no podía ser la excepción.
Una vez que las barras de café y el café mismo se habían convertido en una popular bebida en aquel país, Federico el grande, decidió que tanta popularidad no era conveniente para la bebida nacional, en este caso la cerveza.
Decía que la cantidad de súbditos que estaban tomando café era demasiado y no iba a permitir que una bebida extranjera sustituyera la cerveza y que el dinero que generaba en su comercio saliera del país, por lo cual decidió prohibir el café y sólo dar oportunidad a que organismos o dependencias del gobierno pudieran ofrecerlo, obligando a las personas a recurrir a sustitutos del café. Esto generó cierto nivel de comercio clandestino y al final el café volvió a sobrevivir a las restricciones que se le impusieron.
Los demás países escandinavos también descubrieron el café en esta misma época aunque fue de manera un poco lenta, sin embargo actualmente es una de las regiones que mayor consumo por persona tiene.
En Inglaterra es uno de los ejemplos que podríamos mencionar como más representativos del impacto del café en el mundo.
En Inglaterra la primer barra de café que se abrió fue en la reconocida universidad de Oxford. Fue abierta por un judío libanes y la segunda fue abierta por un griego que también fue el primer caso de la historia de hacer publicidad formal para las barras de café.
Como era de esperarse este personaje Griego de nombre Pasqua Rosée hizo aseveraciones médicas a favor del café. Decía que el café mejoraba la digestión , curaba dolores de cabeza, eliminaba la tos, por mencionar algunos de lo supuestos beneficios.
Después de un tiempo Londres ya tenía más de 2000 cafeterías lo cual representaba un negocio muy redituables y generaba interesantes ingresos por concepto de renta. Cada barra de café se especializaba en determinados tipos de clientela. En algunos la clientela era en su mayoría médicos que daban consulta en las mismas cafeterías, en otros casos se servía a diferentes religiones como católicos o protestantes, en otros se congregaban militares, escritores, etc. Las barras de café en realidad se convirtieron un una manera de reunión en esencia muy igualitaria donde los asistentes conversaban con sus contrapartes aunque no se conocieran, lo que generaba un eslabón social muy interesante. Un dato muy intresante es que estos lugares de reunión dieron lugar a instituciones y empresas que habrían se ser sumamente importantes como la empresa de seguros Lloyds que ofrecía una forma básica de seguros a los mercaderes, también se gestó lo que se convertiría en la casa de bolsa debido a que se daban transacciones de acciones de empresas al igual que se dieron las bases para famosos periódicos ingleses.
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