Ya hacia el año 1970 el árbol da fe ya crecía en los 5 continentes. Para la clase baja representaba una opción de alimento rápido o más bien una manera de distraer el hambre en las largas jornadas laborales. Por otra parte aportó mucho a limitar de manera notable el consumo de alcohol en Europa y fue un catalizador mediante maquinas de café y barras de café que se convirtieron en elementos para generar espacios de plática, discusión intelectual, en algún momento alguien mencionó que donde se introducía el café se gestaba la revolución. Ha sido la bebida históricamente más radical donde su principal función era hacer pensar a la gente y cuando la gente comienza a pensar se vuelve peligrosa para los tiranos.
Probablemente, al tiempo que los colonizadores Europeos llevaban café a sus colonias, la intensa labor de siembra y cosecha fue asignada a esclavos importados por llamarlos así. Realmente las grandes cosechas se fueron extendiendo posteriormente a la llegada de las nuevas semillas a cada región fueron labor de esclavos africanos, no propiamente de los dueños de los plantíos.
Inicialmente muchos esclavos fueron traídos hasta el Caribe con la intención de que trabajaran en los campos de caña de azúcar, de tal manera que la historia del azúcar está estrechamente relacionada a la historia del café. Fe que este endulzante tan barato hizo que el sabor amargo del café fuera del gusto de muchos consumidores y al tiempo que proporcionaba cierto nivel de energía gracias a la cafeína que contenía.
Al igual que el café el azúcar fue popularizado por lo Árabes y se vincula también al Té en el siglo XVII. Cuando los Colonizadores Franceses sembraron café en Santo Domingo en 1734 era lógico que habrían de requerir muchos más esclavos Africanos para trabajar en las plantaciones, por lo que para el año de 1788 las plantaciones de Santo Domingo proveían la mitad del café a nivel mundial. El café que tomaban grandes personajes como Voltaire y Diderot era producido de la manera más inhumana posible de trabajo forzado.
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