La obra artística titulada Coffee-house que fue hecha por el artista ruso llamado Iván Constantinovich Alvazovsky que fue pintada con la técnica del óleo en el año 1846 se, en el cuadro se pueden ver a diez hombres vistiendo una larga túnica y otras personas juntándose alrededor de la cafetería que sus rostros eran alumbrados con lámparas de alcohol, estos hombres se encontraban dándole la espalda a unas pequeñas mesas que se usaban en ese tiempo, tratando de ilustrar un viejo refrán que dice que los que se sientan a ver el atardecer nunca anochece, y en sus caras se puede ver que están muy ansiosos y que ya no pueden esperar más por una taza de café, pero igual no tienen prisa.
A sus principios, el café solía ser una tradición que solo los hombres podían llevar a cabo, después de esto fue cuando se peleó para que te fuera considerado como una bebida exclusiva para las mujeres: si en la revolución industrial las cafeteras y productos que generaran café resultaron ser un problema técnico para los soldados de Turquía, en los tiempos cuando se desarrollaban las matemáticas del Islam fue la bebida que representaba a los hombres o a la masculinidad y a los servidores públicos. Y desde entonces fue cuando el café se dejó de considerar como una bebida que estaba relacionada con el sexo: más bien se empezó a tomar en cuenta como una bebida que ayuda a obtener mejor capacidad para poder resolver conflictos, para poner activa la agilidad en in punto muy alto, provoca un aliciente para poder discutir acerca temas intelectuales o poder suavizar alguna platica después de un tema bastante amargo, en pocas palabras el café como bebida provee mayor capacidad intelectual de la normal; la pareja melindrosa o el trabajador atribulado supondrán que se acercan cada vez más a los problemas mientras que el novio y el jefe se proponen tomar una taza de café.
Ya una vez estando alrededor del año 1510, las cafeterías se habían expandido y hecho aún más grandes por todo el norte de África hasta el Cairo y la Meca, y por todas las grandes capitales islámicas, pero claro el café tenía su precio y no cualquiera podía comprar una taza de café por lo que el café seguía siendo limitado para diferentes clases sociales hasta que en el año 1570 ya existían más de seiscientas cafeterías por toda Constantinopla y cada dueño de su cafetería ponía los precios, a una persona se le ocurrió poner el café al mismo precio a todas las clases sociales y así tener más clientela, así de esta forma en 1570 fue cuando el café tuvo el mismo precio para todo el mundo. Según el escritor Monradgea d’ohsson, francés, dijo que el café se vendía de tres diferentes formas las cuales eran: puestos, tiendas y casas de café. Esto fue lo que escribió el en su libro titulado El mundo de la cafeína. Las cafeterías más comunes en Egipto, siria y Turquía eran aquellas que eran instaladas en los vecindarios e incluso se abrieron otras que en la parte trasera del establecimiento se pusieron algunas mesas donde aparte de que la gente comprara su café pudiera pasar un rato cómodo solo o acompañado de otra persona, el mejor tipo de establecimiento que existía en esa época para el comercio del café eran las casas de café que normalmente se situaban en los barrios de las grandes ciudades y tenían un buen tipo de presentación. La gente que por lo regular solía asistir a estos lugares eran la gente que estaba vinculada con la religión como podían ser los sacerdotes que iban a discutir acerca de la palabra de dios.
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